MIGUEL ÁNGEL MORALES 04 de octubre de 2017
Durante
esta semana se están anunciando los ganadores de los Premios Nobel 2017 en
todas sus categorías. Hasta este momento, se han anunciado los de Física, Química y Medicina,
y en los próximos días se anunciarán los ganadores de los de Literatura, Paz y
Economía (aunque éste último no es un verdadero premio Nobel).
Como
podéis ver, entre las ramas que reciben el Nobel no figura el campo de las
matemáticas. Estando la física o la química, ¿por qué no aparecen nuestras
amadas y apreciadas matemáticas? Hoy vamos a hablar de la razón y de las
leyendas que, a lo largo de la historia, han surgido en torno a ello.
Nos
remontamos al siglo XIX. Alfred Nobel, químico e ingeniero sueco,
fue un importante fabricante de armamento y el inventor de la dinamita (entre
otros explosivos). Se hace rico con sus hallazgos armamentísticos, pero acaba
renegando de los mismos debido al daño y al dolor que pueden causar a la
sociedad. Por ello, en su último testamento deja constancia de que desea que su
fortuna sea empleada en instaurar unos galardones que premien a personas cuyos
actos o descubrimientos conlleven un gran beneficio para la sociedad.
Nobel
cita los campos en los que quiere que estos premios se entreguen: Física,
Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz, e indica que se deben
entregar todos los años por distintas instituciones sin que la nacionalidad sea
un detalle a tener en cuenta para elegir al ganador. Pero, como hemos comentado
antes, no incluyó a las matemáticas en sus premios. ¿Por qué?
Desde
la muerte de Nobel (que se produjo en 1896), han surgido varias teorías acerca
de la no inclusión de las matemáticas en los premios. Vamos a analizarlas.
La
primera de ellas nos trae a un nuevo personaje que, como veréis, será
protagonista principal: el matemático, también sueco, Gösta
Mittag-Leffler. Esta teoría cuenta que Nobel y Mittag-Leffler no se
llevaban nada bien y que, viendo que este matemático tenía muchas papeletas
para recibir el premio, Nobel decidió no incluir a las matemáticas para que
Gösta no se lo llevara.
Bien,
esta teoría no tiene demasiados visos de veracidad, ya que no hay ninguna
evidencia de que Nobel y Mittag-Leffler tuvieran suficiente contacto como para
poder llevarse tan mal. Cierto es que ambos eran suecos y vivieron en la misma
época, pero Alfred emigró mientras Gösta era estudiante, y a partir de ahí la
frecuencia de sus visitas a Suecia fue bastante baja. Vamos, que ni siquiera
tenemos constancia de que se conocieran, así que de llevarse mal ni hablamos
La
segunda teoría que circula por muchos sitios (hasta en libros), se centra en
esta ocasión en el mundo rosa, y de nuevo tiene a Mittag-Leffler
como protagonista. Esta teoría afirma que Nobel y Mittag-Leffler lucharonpor
el amor de una mujer, y que Gösta fue el que se llevó el gato al agua. Por
ello, y también por la posibilidad de que Mittag-Leffler fuera el galardonado,
Alfred Nobel decidió que las matemáticas no aparecieran en sus premios.
Esta
opción también se cae por su propio peso, ya que no se tiene constancia de que
Nobel estuviera con ninguna mujer durante toda su vida (de hecho, según parece
murió célibe). Esto, unido a lo que comentábamos sobre que no parece que él y
Mittag-Leffler llegaran a conocerse, hace que esta posibilidad rosatampoco
sea cierta.
La
razón más verosímil tiene que ver con la visión de Alfred Nobel sobre las
matemáticas. Él quería premiar a personas que pudieran hacer algo bueno
por la sociedad directamente, mediante descubrimientos e
invenciones que pudieran llevarse a la práctica, y la visión que tenía sobre
las matemáticas (más teórica que práctica) hizo que no pensara en ellas como un
campo al que otorgar un premio. En realidad, Nobel no dio explicaciones
sobre ello (al menos no se tiene constancia), pero esta es la explicación más
razonable al respecto de esta cuestión. Podéis echar un vistazo a No Nobel Prize for Math en Snopes,
web especializada en desmontar bulos y leyendas de todo tipo, para ver qué
opinan ellos.
A
pesar de todo esto, ha habido matemáticos que han recibido un Nobel en,
evidente, otra disciplina. Entre ellos, podemos destacar a José de
Echegaray, que recibió el Nobel de Literatura en 1904; Bertrand
Russell, que recibió también el Nobel de Literatura en 1950; y John
Forbes Nash, que fue galardonado con el Nobel de Economía en 1994.
Para
terminar, creo que es interesante comentar que hay muchos premios que se entregan
por distintas instituciones en todo el mundo a personas que realizan
aportaciones interesantes y novedosas en matemáticas, y que algunos de ellos,
en cierto modo, pueden equipararse a los Nobel. Los más importantes son
la Medalla Fields, que se entrega cada cuatro años a (generalmente)
varios matemáticos con la condición de que sean menores de 40 años, y el Premio
Abel, que se entrega anualmente. Tenéis más información sobre ellos
en Fields
Medal y en The Abel Prize.
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