Jamie Oliver |
Christian Pérez 22 de septiembre de 2017
Fue en
marzo del año 2010 cuando el chef británico Jamie Oliver se lanzó contra la
comida basura a través del programa de televisión estadounidense en el que
debutó, cuando explicó a los habitantes del pueblo de Huntington (donde
prácticamente la mitad de la población tiene obesidad), que su dieta a base de
comida rápida os iba a matar.
Poco
tiempo después, el chef icono de la cocina moderna consiguió demostrar cómo la
cadena de comida rápida McDonald’s hacía sus populares hamburguesas y nuggets
de pollo.
Carne con hidróxido de amonio |
¿Cómo hace McDonald’s las hamburguesas de
carne?
Según
Oliver, la parte más grasa de la carne utilizada para las populares
hamburguesas de McDonald’s son lavadas y remojadas en hidróxido de amonio para
atacar a los microbios que existen en partes de la res que no son aptas para el
consumo humano.
Luego
son utilizadas para confeccionar la propia hamburguesa en sí, usándose como
relleno.
¿Lo
alarmante? Aunque el hidróxido de amonio es permitido por parte de las
autoridades sanitarias como agente anti-microbiano, se utiliza –por ejemplo-
para disolver metales reactivos como el zinc o el aluminio, siendo dañino para
la salud.
En el
caso de los nuggets de pollo, además de seleccionarse las “mejores partes”, el
resto del producto está formado por cartílagos, vísceras, huesos, grasa,
pellejos, cabezas y patas.
Todo
ello son sometidos a un licuado (separación mecánica), desodorada, decolorada,
reodorizada y repintada con melcocha farinácea, frita, y para luego ser
rehervido en aceites en general parcialmente hidrogenados.
La reacción de la cadena McDonald’s no se
ha hecho esperar
A
través de un comunicado, la popular cadena de comida rápida ha aclarado que a
principios del pasado año dejó de utilizar “recortes de carne seleccionada de
res magra”, de forma que el hidróxido de amonio “ha estado fuera de nuestra
cadena de suministro desde agosto del año pasado”.
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